Hay que reconocer que con lo de Koeman, Laporta aguanta más, mucho más, de lo que uno podía en principio imaginar. Aunque nunca se sabe quien manda en can Barça, quizá no sea él y Laporta sea un mero ejecutivo del poder, del dinero que a buen seguro lo catapultó de nuevo a la presidencia de tan maltrecho club.
Cuando digo aguantar me refiero a no fulminar de buenas a primeras, o como máximo a segundas un entrenador tan fallido como ninguno.
Quizá Laporta tiene la excusa de que no fue el quién contrató al holandés, si no el equipo directivo anterior a su llegada al club. Quizá le tenga simpatía, de hecho Koeman dio tanto y tanto al Barça como jugador que es para darle cierto margen.
Pero tanto, tanto margen, no cabe en una hoja de ruta de un equipo que debería estar arriba sí o sí. Claro que para eso Laporta tiene también la excusa de haber perdido, por culpas externas, ejem, al que muchos seguían considerando el mejor jugador de fútbol de la historio. Leo Messi. A quien el mismo Laporta despidió de una forma un tanto sibilina.
Cierto es que según parece la gestión del Barça durante los últimos años ha sido penosa, y bueno, yo diría incluso que más, ha fichado por encima de sus posibilidades y todo ha andado más o menos bien hasta que los éxitos dejaron de acompañar, para posteriormente una pandemia acabase por decantar la balanza de gastos y cobros demasiado al lado de gastos.
Total que sin dinero no se puede fichar, y ni muchos menos despedir. Sí, despedir puede resultar más caro, mucho más caro que fichar.
Me explico, si tienes una estrella a la que vender ganarás mucho dinero, pero si esa estrella la tienes que vender porque no rinde porque se lesiona porque no funciona en tu esquema, perderás dinero pues la misma se apaga y se devalúa a toda velocidad.
Será aquello de compraste a 100 y has tenido que vender a 50 tras pagar un sueldo de 10 o 20 durante los años, y eso si no hay cláusula de rescisión, como en el caso de Koeman, por el que tendrás que pagarle dinero casi como si no lo despidieses hasta el final de su contrato.
Es decir que tu balance será negativo, pero ojo, que seguro que esa estrella es o era una pieza clave en tu juego, o un imprescindible, como en el caso de un primer entrenador. Entonces deberás fichar a alguien nuevo, pagar su traslado, pagar su ficha, total que al final el negocio es sangrante para el club.
Esto es épocas boyantes, donde tenías todo el crédito que querías, no importaba, pero en el estado del Barça actual... ufff, despedir a un entrenador y fichar a otro es casi imposible desde el punto de vista económico.
Además, ¿qué entrenador en su sano juicio y viendo la plantilla actual del Barcelona va a querer venir a acabar de sacrificar su carrera deportiva en club al que se le prevé todavía años de sufrimiento y reconstrucción? De los buenos... nadie.
Yo apuesto porque al final será un entrenador de perfil bajo, alguien de las categoría inferiores o alguien con poco crédito como buen entrenador pero "de la terra", quizá podrías pensar en Xavi Hernández, sí, pero yo creo que Xavi se merece llegar en otro momento, y no ahora.
