Por fin vuelve la liga a la ciudad portuaria.
El verano fue largo y había muchas ganas de ver al equipo albinegro en partido oficial, de comprobar si las ideas del nuevo entrenador, Abelardo Fernández, habían calado en el bloque y si los objetivos de este año se conseguirían con más entereza que el anterior.
Desde que se anunció la llegada de Abelardo, los aficionados se mostraron ilusionados.
El pasado del jugador y técnico español en Primera y en las quinielas de los clubes más importantes de la categoría de plata ha ilusionado.
Además, el asturiano fue claro desde el principio: competir es su declaración de intenciones.
En eso se parece a Julín Calero, que es un dolor de ciudad por la constancia que logró la temporada pasada.
Lo hará el 8 de septiembre en el campo del Levante UD.
Pero el otro Calero lo hace hoy.
También ha dejado huella en el equipo y en el entorno.
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