Cuando vi la lesión de Diakhaby, se me erizó la piel.
Es lo más parecido a una lesión de rodilla que he tenido".
Éstas fueron las primeras palabras que pronunció el paraguayo Miguel Ángel Bentes Santima Trinidad, 197.
cuando acudió a la llamada de la prensa desde su país natal.
Lo siguiente que hizo fue interesarse por el jugador del Valencia.
Bentes quería saber cuándo sería operado Mukhtar, quién realizaría la intervención y todos los detalles.
La información que le llegó a Paraguay no era nada clara.
La lesión de Diakhaby conmociona al mundo entero, pero resulta especialmente chocante para jugadores como el pequeño Bentes, que han vivido una situación similar en la que el fútbol recibe un duro golpe un día.
El paraguayo, que jugó en el Atlético y el Espanyol, se destrozó la rodilla en 2.
El calvario del guaraní comenzó en Cardan.
Una fuerte entrada de Celso Ayala le mantuvo alejado de los terrenos de juego durante año y medio.
Crisis de carrera.
Y hasta la pierna.
Se le hinchó como una pelota de baloncesto y casi se la tienen que amputar porque apenas circulaba sangre por la zona.
Bentes reza para que Diakaby no repita su calvario.
Según el primer parte médico difundido por el club, el jugador del Valencia sufre actualmente una luxación de rodilla.
Sin embargo, los indicios no son positivos y el periodo de baja del defensa podría prolongarse.
Tardó casi 18 meses en jugar.
Tuve ocho lesiones de rodilla.
Tuve que someterme a dos operaciones.
Estuve 4 días en el hospital antes de operarme", recuerda Bentes.
El paraguayo fue operado en Barcelona por el doctor Kugat.
El médico me dijo que había que reconstruir los ligamentos, porque eran trasplantados de un banco, de una persona fallecida", recuerda Bentes.
Como recuerdan los propios ex jugadores, muchos de ellos tiran la toalla durante el proceso de rehabilitación.
Hace falta un mundo para ver la luz.
Algunos días no vuelvo a sentirme futbolista.
Pasé mucho tiempo en rehabilitación e hice muchos sacrificios.
Me torturaron durante un año y cuatro meses.
Para superarlo, hay que pasar por mucho dolor.
Conozco a varios colegas que dejaron el trabajo porque no podían soportar el dolor.
Si no estás bien psicológicamente, te pueden sacar.
Por suerte, yo ya había sufrido una lesión grave que me tuvo ocho meses de baja, así que estaba preparado para recuperarme.
Pero esta lesión fue el doble de grave.
Al final, la familia es clave: me torturaron durante ocho horas, pero me fui a casa a reponer fuerzas con mi hijo", recuerda Bentes.
Curiosamente, el paraguayo sufrió una lesión grave cuando tenía 27 años, la misma edad que Diakaby.
Peque, como el central del Valencia, se frenó en su mejor momento.
Así que el dolor se duplicó.
Venía de marcar seis goles en ocho partidos con el Espanyol, representaba a su país en la Copa América y era uno de los jugadores estrella.
El presidente del Espanyol me dijo que presionara porque me dejaría marchar en diciembre.
El Liverpool me quería.
Mi corazón ya estaba en Inglaterra, pero todo se fue al traste Bentes se levantó de la lona.
Tardó en mentalizarse tenía que volver a su país para jugar el Mundial de 22.
Fichó por el Olimpia, pero la exigencia física no era la misma.
Pero poco a poco recuperó su nivel.
Incluso ganó la Libertadores.
Valencia - Real Madrid Bentes también avisó a Diakhaby.
Quitar el miedo será otra asignatura pendiente cuando los jugadores del Valencia vuelvan a calzarse las botas.
Al principio, es razonable tener miedo a chocar con ellos e ir a por un centro.
Si no chocas con ellos, no juegas más.
Así es el fútbol.
Antes de colgar el teléfono, Guaraní intentó enviar a Diakhaby un mensaje de ánimo.
Siento mucho su lesión.
Ahora tiene que ser muy fuerte.
Y quiero que vuelva a brillar.
Depende de él y de su fuerza de voluntad.
Muktar es fuerte y estoy seguro de que se recuperará.
Esperemos que pronto pueda jugar al fútbol", dice Peque Bentes.