Quique Sánchez Flores ha dado la vuelta al Sevilla.
Casi cuatro meses después de salir del banquillo en sustitución de Diego Alonso, el equipo de Nervión se ha alejado de los puestos de descenso.
Las actuaciones del Madrilejo, sobre todo a partir de febrero, cuando el equipo empezó a coger el ritmo competitivo que buscaba Quique, han mostrado una cara más agresiva y frenética, a diferencia de la de principios de temporada.
En 14 partidos de Liga, el Sevilla ha ganado cinco, empatado tres y perdido seis, ocupando la décima plaza en algunos puestos de la Liga Española desde la jornada 18, cuando Quique, que debutó con el SEVILLASEVILLAL Los Cormenes, se hizo cargo del equipo.
Con 18 de sus 9 puntos, el Sevilla se habría metido en la lucha por Europa si la temporada hubiera empezado con su actual técnico.
Está a tres puntos del colista, el Atlético de Madrid, y a cuatro de la quinta plaza.
Es una segunda mitad de temporada decente, similar a los números que Mendilibar cosechó en la liga nacional la temporada pasada, cuando sustituyó a Sampaoli.
Sin embargo, en comparación con la temporada anterior, queda mucho por hacer.
Tras su victoria ante el Getafe, el Sevilla es decimocuarto, y los hombres de Quique buscan recortar distancias con la zona de descenso lo antes posible y situarse en la zona media de la tabla a siete puntos del décimo clasificado, el Villarreal los de Nerbin quieren acabar lo más arriba posible a falta de ocho jornadas, con Europa lo más lejos posible.
Buscan acabar la temporada lo más arriba posible a falta de ocho jornadas, con Europa lo más lejos posible.
El trabajo del actual técnico del Sevilla no le vendrá bien a la dirección deportiva del club la próxima temporada.
A pesar de los mejores números del club en los últimos meses.
Para que Quique amplíe su contrato hasta 22, el club debe acabar entre los diez primeros.
Sin embargo, aunque logre ese objetivo, se cree que Vuktor Orta tomará otro camino para la inminente temporada 2024-2.
Quique ya ha dejado clara en varias ocasiones su postura sobre su futuro.
Este madrileño ha pedido que no se hable del tema y sólo quiere acabar la campaña electoral de la mejor manera posible.
Yo ni siquiera pestañeo.
Ni siquiera parpadeo cuando estoy en la oficina o en el hotel.
Sólo me concentro en mi trabajo.
El contrato está en el mismo cajón que el día que lo firmé.