Tap-in de Valverde y golazo de Brahim.
El Madrid es extravagante pero le falta armonía.
Valverde construye su equipo pero arrastra a sus jugadores.
En un partido armonioso en el que la nación tuvo mucho mérito gracias al debut de Mbappu, ganó sin solemnidad ni arrebato al Valladolid, que tuvo más suplentes que titulares.
Vinicius no hizo gran cosa en este partido.
Mbappu se ve obligado a jugar de nueve en estos momentos.
Rodrigo está en la tercera línea.
Y sin Klose y con Modric en el banquillo, el cambio de banda a banda, que inquieta a una defensa sólida, se ha evaporado.
El gol de Brahim cambió el viento y el de Endrick, a los diez minutos de su debut, levantó la feria.
Un partido en casa, un rival recién ascendido, un equipo en formación, Bellingham recuperándose de una enfermedad.
Condiciones ambientales perfectas para allanar el camino a Alda Grelle.
[] [] [] [] [] [] [] [] [] [] [] [] [] [] [] [] [] [] [] Tuvieron suerte de marcar al principio de la segunda parte, gracias a un disparo de Valverde y una asistencia de Ancelotti.
Como fue Ancelotti quien ordenó un lanzamiento de falta desde el córner más lejano, que parecía no tener posibilidades, el uruguayo lanzó un latigazo raso y potente, que rozó la barba de Hein.
De hecho, Grell siguió disparando, dos de los cuales fueron bloqueados por la defensa violeta y los otros dos detenidos por Hein.
Pezzolano empezó a mejorar su equipo, especialmente a Lal Moro, un extremo imaginativo y desbordante.
Ancelotti también quiso sacar al Madrid de Galvana con Modric y Brahim, dos jugadores muy del agrado del público.
Los puntos débiles aparecieron con Rodrigo y Güler.
El delantero turco, que fue el mejor de la segunda parte, no mereció ser sustituido, pero el respeto de Ancelotti por Hasigo fue sincero.
Hein consiguió un gol de Mbappu, Militao entró a toda velocidad y otro de Silla.
Y Endrick, que debutaba, también entró para rematar el partido.
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