El quinteto del Barça de Hange Flick es la estrella de los cinco pilares Pedri, Rafinha, Lamine Yamal, Dani Olmo y Lewandowski.
y ha deslumbrado en la Liga por su capacidad para desplegar un fútbol bonito e interesante, con presión y poder de desarrollo.
Todo esto ha sumado.
La estabilidad que dan a la defensa Iigo, Cound y Kubals, la explosividad de Balde, Casado o, hasta su lesión, la vuelta al equilibrio de Bernal han ayudado, pero el temor rival es el Pentgono de Frick.
El fútbol español ha sido bendecido con la recuperación de este canario.
También fue experto en dar asistencias mágicas a Messi, como hizo en el Camp Nou, llegando desde 8 metros desde atrás para marcar el primer gol del portero y salvar la portería de la Real.
En Girona, recuperó el balón con tenacidad y asfixió a Sols desde metros para marcar el -4.
El gol fue su segundo de la temporada y demostró que su relación con el gol siempre es buena.
Es muy bueno intuyendo las zonas calientes donde llega el balón para marcar.
También se cree el papel de creador de juego que le ha otorgado Flick.
Ha aceptado con humildad y generosidad la posición de interior izquierdo y es muy apreciado por sus compañeros.
Ha marcado tres goles y asistido tres en la primera parte de la temporada, aunque esta vez no marcó ni asistió porque participó en varios mano a mano en la segunda parte, cuando el equipo ya estaba jugando.
Dani Olmo llegó a Barra como si nunca hubiera salido de La Masía.
Es el primer jugador que marca tres goles en tres partidos desde Cesc en 2011 y antes Ibrahimovic en 29 tras vestir la camiseta blanquiazul.
Dinamiza al equipo, entiende el juego y tiene hambre de gloria y goles.
Por el bien de Flick y de la selección, es de esperar que las lesiones le respeten: el joven de 17 años se está convirtiendo en una pieza cada vez más importante del equipo con tres goles y cuatro asistencias, nadie tiene más influencia en la liga que el mejor jugador joven de la Eurocopa.
En la ida, asistió a Lewandowski en el empate a uno.
Contra el Vallecas, dio la asistencia del 1-2 de Dani Olmo.
Contra el Athletic marcó un golazo desde fuera del área.
Contra el Valladolid regaló caramelos y ante el Girona demostró que va en serio en mejorar su remate.
Fue Lewandowski quien completó el pentgono, y aunque no marcó ante el Girona, parece tener fe absoluta en las ideas futbolísticas que les ha dado Flick, más que en los cuatro goles que marcó.
Pese a compartir entrenador y una larga relación con el Bayern, los allegados a Lewandowski aseguran que nadie es tan duro con él como el técnico de Bala.
Le da batería, hace sustituciones, le deja claro que no es un jugador con el que se pueda jugar y le obliga a presionar.
Y, en cierto modo, corrige su posición y sus movimientos sobre el terreno de juego.
Hay momentos en los que Lewandowski no es el primero bajo presión.
Pero lo más notable es que se ha colocado más a menudo en una posición más retrasada, arrastrando a los centrales y permitiendo que jugadores enérgicos como Olmo y Rafinha salten fuera de su camino.
Los que no entiendan el addis de Gündoğan quizá puedan entender este sencillo movimiento.
En resumen, 1 de los 17 goles marcados por el equipo al comienzo de la temporada de liga, es decir, el 88%, están en manos de ese Pentgono que sueña con hacer historia.
Y no sólo gracias a los goles, sino también a la cooperación entre los jugadores.
Pedri y Olmo son el pegamento que une los cinco lados del polígono, donde el flick ha sido el mayor punto brillante en estos cinco primeros partidos.
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