El Bayern de Múnich se prepara para su primera temporada sin títulos en 12 años, y la selección alemana ya prevé una importante remodelación de la plantilla.
Max Eberl aún no ha llegado al club, pero su nombre ya resuena en el Allianz Arena.
Tras la marcha de líderes como David Alaba, Thiago y Robert Lewandowski, la tarea urgente es restablecer un puesto sobre el terreno de juego: a pesar de haber invertido más de 150 millones de euros en la defensa desde 2021, el Bayern aún no ha encontrado un sustituto adecuado para Alaba.
El Bayern aún no ha encontrado un sucesor adecuado para Alaba.
Les falta un líder en el centro de la defensa.
Upamecano, que en un principio debía desempeñar ese papel, comete demasiados errores y Kim no tiene una capacidad de comunicación natural.
En el centro del campo, la frustración de Kimmich, que tuvo que ser sustituido en el reciente partido contra el Bochum (3-2), ilustra perfectamente la situación.
Parece incapaz de ejercer de líder por sí solo, y alguien tiene que respaldarle.
El ansiado centrocampista de contención, en el que insistió Tuchel en verano, podría ser el cambio necesario en esta zona del campo.
La falta de creatividad desde la marcha de Thiago es otro punto clave para Eberle.
En la delantera, Kane seguirá siendo una gran apuesta como goleador del Bayern.
Ha marcado 25 goles en 22 partidos de liga, pero tiene margen de mejora en su papel de líder.
No obstante, el delantero inglés es un jugador del que el Bayern no puede prescindir.
Sólo Neuer, MüLiller y Musiala pueden ser la cara del Bayern en los próximos años.
De lo contrario, el Bayern se enfrenta a una revolución necesaria para recuperar su ventaja competitiva, y Eberl tiene una enorme responsabilidad que llevar a cabo.