Madrid hace coro a Arilón

Cádiz y Girona rematan la faena en Montiribí

El gol de Brahim acabó con la resistencia andaluza.

Bellingham marcó a los dos minutos de entrar al terreno de juego.

El Bernabéu aplaude a Güler.

El Madrid no sólo había conquistado esta Liga del 6, en la que ya había empezado a caminar hacia el museo, sino que desfiló por ella: de agosto a mayo, de su primera victoria en San Mamés a su gloria del sábado ante el Cudis.

El capítulo final tuvo dos partes.

Primero, porque el banquillo, empezando por Nacho y Brahim, también fue galvanizador.

Malageo marcó un gol fantástico contra el Cádiz y Bellingham se lució marcando con el primer balón que tocó.

Ese fue su año de gracia.

Aquello fue crudo.

En Montiribí, rosas de trapo llevaron la letra y la música a Alirún.

El desastre se celebró en Cibeles .

Eliminado el suspense sobre quién sería campeón, el tiempo en el Bernab jugó al ritmo del partido homenaje: el dominio profundo del Madrid sin perder calor, la relajación del Cdiz en un bloque muy bajo y un público a media voz, entre la alegría y la calma.

Victoria tras victoria no emociona.

Sólo tuvo que sacar la mano del bolsillo para palmear la serpiente de Alda Guler entre cinco rivales.

El Turco sigue siendo un lienzo en blanco, pero parece tener el encanto caprichoso de un Bernab, un niño de 1 años nacido en un equipo donde no hay sitio para los mediapuntas, por lo que debe tener casi siete de titular.

, casi nueve, casi once o casi ocho, según la ocasión.

Los extremos parecen asfixiarle, pero ahora no está en condiciones de elegir.

En cualquier caso, existe la creencia generalizada de que es más que un futbolista comercial, que tiene la magia de los mejores laterales izquierdos, esa carita de grande y esos mofletes increíbles.

Cuando Ancelotti le sustituyó por Bellingham, pidió un CK y un tiro libre y el estadio le aclamó.

No hay jugador más emprendedor en la plantilla.

En la segunda parte, el partido transcurrió sin sobresaltos, pero él ya era lo mejor del primer Madrid al que le sobraban balones y le faltaban ocasiones .

El partido transcurrió sin sobresaltos porque las celebraciones en Madrid duraron lo que el brindis.

Ars ganó provisionalmente la copa del título de Liga a falta de la confirmación matemática tras el Clásico, y esa misma noche empezó a jugar la Liga de Campeones.

En un club de su tamaño, unos títulos devoran a otros.

Así que en el primer partido contra el Kudis, con una excepción explicable, los suplentes volvieron a estar a la defensiva.

Carvajal no lo hizo en Múnich porque no lo hizo en Múnich, y en este caso excederse es tan perjudicial como pasar hambre.

Ancelotti debe tener prisa porque ve a Courtois mejor que los demás.

Pasó poco en los primeros minutos.

Militao, cada vez mejor, tuvo un disparo bloqueado por Ledesma, mientras que el de Chris Ramos fue desviado tras poner el pie en la dirección equivocada.

Algunos jugadores, como Fran Garka y Camavinga, hicieron gran parte del trabajo.

Sebajos también es moderadamente reivindicativo.

Hace tiempo que cambió el concurso de méritos del Sayonara Tour.

En esos combates, echa de menos al siempre presente Vinicius, que no sabe distinguir entre un combate de etiqueta o de compromiso.

Sobrino dejó atrás a Militao, posiblemente por maniobra de falta, y no pudo rematar su trabajo porque Nacho salió de la nada para blocar su disparo.

Courtois también había llegado al cruce y el equipo peregrino no dio al reincorporado Courtois la oportunidad de probar su estado físico.

Tras el descanso superó su primera prueba al ganar un mano a mano con Chris Ramos.

Para Kudis, fue una mejora respecto a los últimos minutos.

Cuando Modric cedió el balón a Brahim al borde del área, Malageo dio tres toques magníficos.

Un ángulo controlado, un recorte y un disparo con la derecha.

Fue un acierto mitad eléctrico, mitad mecánico.

El gol fue la causa de la aceleración blanca, no el resultado.

Fue pura suerte que el Madrid decidiera antes del partido de verdad: velocidad de movimientos, presencia en área ajena y tenacidad en ataque.

Cayó a la lona con gastroenteritis, pero ya había perdido altura.

Planteó el partido como cuando llegó a Madrid.

Dos minutos después de entrar, marcó nueve goles de una tacada, a pase de los veteranos y de los recién llegados Modric y Brahim.

La llegada de Vinicius aumentó la emoción en los compases finales.

Él mismo abrió el camino y se sumó al espectáculo.

Centró para Rabona, que cabeceó hacia Militao.

Pero Ledesma realizó una gran parada y el partido se acabó.

El público no se lo tomó a broma.

Después de eso, fue Campeones, Campeones, sin esperar noticias o un tercer gol del Girona.

No se equivoquen, el título es compartido por todo el equipo.

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, Isa Carlsen 6x27, Joseba Salda.

, Jude Bellingham 6x27, Alda Gurer.

, Vincius Ginior 72x27, Brahim Daz.

, Juanmi 74 x27, Chris Ramos.

, Maxi Gumes 74x27, Lubun Sobrino.

, Federico Valverde 79x27, Eduardo Camavinga.

, Ibn Alejo 8x27, Roberto Navarro Goles 1-, x27: Brahim Diaz 2-, 67x27: Jude Bellingham, -, 92x27: Joselu Tarjeta Árbitro: Javier Iglesias Villanueva Árbitro VAR: Ricardo de Burgos Bengoetche, Eduardo Prieto Iglesias Saldua 7x27, amarilla .