Sin embargo, el veredicto del Comité de Apelación es muy interesante porque, aunque el Celta no ha descartado lo correcto de su relato, no considera que el error sea evidente.
Es posible que de las pruebas videográficas no se pueda descartar la versión del Club recurrente, pero aunque fuera plausible, los errores materiales evidentes se descartarían con una mínima compatibilidad entre las imágenes y lo reflejado en el acta.
El Comité de Apelación CELTACELTA argumenta que el club recurrente no niega el contacto, sino la fuerza del mismo, que no puede valorarse a partir de las imágenes aportadas.
Además, afirma que sus miembros no son competentes para valorar si la conducta fue temeraria o no, concluyendo finalmente que la mera sospecha no es suficiente para acreditar un error material manifiesto que pueda desvirtuar la presunción de veracidad del acta arbitral.
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