Laporta, Xavi y los jugadores.
Las felices imágenes de Laporta, Deco y Xavi brindando por las rosas 2024-2 no han durado ni diez días.
En Girona, tras empatar 2-2, no hicieron nada, pusieron la alfombra roja a la victoria del Madrid y perdieron la segunda plaza.
Y, sobre todo, tiraron por la borda una gran cantidad de crédito.
Es muy difícil mantener un argumento optimista y vislumbrar un futuro halagüeño para los rosas, que están llegando al final de una temporada olvidable y alejada de sus objetivos.
Han sido eliminados de la Liga de Campeones en cuartos de final y están a 14 puntos del Madrid en la Liga.
El final se antoja muy largo, aunque esté en juego la clasificación para la Supercopa de Arabia ante Real, Almera, Rayo y Sevilla.
El Barcelona se enfrentará a críticas que afectarán a todos los estamentos del club en las tres semanas previas al final de la Liga, el 26 de mayo.
El presidente Joan Laporta aún no sabe si la Liga dará el visto bueno a la vuelta a la famosa regla del 1:1, imprescindible para la construcción del proyecto deportivo que deben liderar Deco y Xavi.
Sobre todo, porque aún no han sacado adelante la famosa palanca de los 1 millones de euros de Rivero: el presidente no respondió cuando el técnico anunció en enero su fichaje, por lo que su comparecencia fue floja y, sobre todo, no cumplió la máxima que anunció a bombo y platillo en mayo de 2021.
Si pierdes, llegarán los resultados, dijo entonces.
Pero para un club con un presupuesto de 86 millones de euros, los resultados del Bala esta temporada han sido pésimos.
Ha terminado el año sin títulos y sin avances en los proyectos en construcción anunciados por Xavi.
Los partidos de la oposición empiezan a mirar hacia las elecciones de 2026.
Ven a un presidente cansado y debilitado, que ha perdido audacia y capacidad de decisión y que, en el mejor de los casos, puede decir que no puede abandonar Montiribí.
Esta temporada, incluso antes de anunciar su marcha, dijo que se reajustaría a final de temporada si no se cumplían los objetivos el 2 de febrero confirmó su opinión: "Si no ganamos el título, tenemos que irnos".
Tres meses después, todo cambió.
Xavi creyó que tenía fuerzas para seguir y le aseguró que no habría discusión sobre el futuro.
Pero no pudo.
Y si el 27 de enero sorprendió a la directiva retrasando su decisión, debía saber que su marcha no produciría consenso.
Algunos en la comisión deportiva creen que el perfil de Xavi ha caído desde que anunció su marcha y que es un riesgo lanzar un nuevo proyecto.
Es una decisión capital que Laporta deberá valorar en las próximas semanas.
El futuro de Arajo, Frenkie de Jong y Rafinha no está resuelto, ya que Bala no descarta una venta.
El salario de Lewandowski para la próxima temporada es muy alto y ni siquiera el entrenador ha garantizado su continuidad.
Vitor Roque no cuenta con Xavi y también busca una salida.
Los Joes, que también acaban contrato como cedidos, no saben qué hacer.
Igo ha jugado muy poco y Barra tendrá que volver a inscribirle en Liga si quiere que continúe.
Ramin y Pau Kubals tienen pendientes renovaciones de contrato, y Xavi volvió a insinuar que no está contento con su actual plantilla.
Veré lo que puedo hacer [por el margen salarial] y lo que quiero hacer".
Tres semanas más después de una temporada desastrosa en Can Bara.
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