Quique Salas: '

Jugador favorito del entrenador del Sevilla Madrid

Jugó a la raqueta desde pequeño y eligió el fútbol a los 13 años.

Es impresionante y tiene la habilidad de modificar las defensas de forma brillante.

Esto es evidente en su juego".

Esto dijo otro quique, Flores, tras el empate contra el Valencia.

Tras un inicio titubeante en Mestalla, quizá debido a su falta de minutos, Kike se recuperó y se convirtió en el mejor jugador del Sevilla sobre el terreno de juego.

Constantemente recibe ramos de flores del entrenador, que está de acuerdo con él.

Sobre todo en posiciones que requieren madurez, como la de central.

Sin embargo, su capacidad para corregir, anticiparse e intuir hacia dónde va el balón parece ser su mejor cualidad.

Durante el camino de Padel hacia la grandeza, practicó otro deporte.

Su tío, Víctor Salas, jugó como delantero en el Sevilla de 1999 a 2003 y le inculcó el amor por el deporte rey.

Su padre Enrique y su madre Marie Carmen dirigen desde hace 20 años el Esmac Club de Padel de Morón de la Frontera.

Y en este deporte de raqueta, que se ha puesto de moda en los últimos años, el ahora futbolista profesional empezó a destacar desde muy pequeño.

Con sólo nueve años se proclamó campeón del mundo en categoría Benjamín y ganó el máximo título de España con la selección andaluza en 2012 y 2014.

Tras probar en las categorías inferiores del Málaga y del Betis, el Sevilla lo incorporó a la cantera, ascendiéndolo paulatinamente a la liga juvenil y dándole un largo paso por el primer equipo del Sevilla Atlético.

El técnico Julen Lopetegui le hizo debutar con el primer equipo ante las bajas que asolaron la defensa en Liga y Liga de Campeones la temporada pasada, pero no llegó a debutar en la segunda vuelta y fue cedido al Tenerife, de Segunda División.

Le costó arrancar en el Tenerife, pero una vez que se hizo con el juego, se afianzó rápidamente en la titularidad.

Sin embargo, Salas se quedó en Nervión y, a pesar de la crisis organizativa y deportiva, o quizá debido a ella, con varios cambios en el banquillo, encontró un entrenador que confió ciegamente en él.

Este año ya ha marcado dos goles.

En el vestuario del Sevilla, sus compañeros saben que el regate de Quique Salas es complejo.

Pero lo que es aún más difícil es ganarle al padel.

Su título mundial y varios títulos españoles lo demuestran.